lunes, 10 de octubre de 2011

Llena de encantos

La palabra resonó dentro de ella casi antes de oírla: un susurro se abrió paso desde recónditas esquinas de una memoria que no era la suya ni la de él, sino de una conciencia mucho más antigua. Tal vez la hubiera leído en algún sitio. El caso es que desde aquel momento ya no dejó de utilizarla, de vestirla con su significado nuevo, de verla emerger tan orgullosa de sus labios y vivir en el universo que los dos habían creado para ella. Cuando, lejos de él, la escuchaba, percibía la monotonía de sus sílabas... pero en su mente relampagueaba un chispazo de sonrisa ante el reencuentro.
Muchas monotonías después la palabra continuaba siendo sólo suya. Y por eso, cuando creyó que él la había olvidado, decidió devolvérsela amontonada entre sintagmas: sinopsis.

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